Foto del día

Cada tarde, en el regreso a casa, empaquetado entre coches, mis ojos disfrutan de la imponente Sierra Nevada, que domina la ciudad y nos acerca a la naturaleza.

La música coral siempre nos alivia del estrés diario y recarga el «espacio interior», máxime si las condiciones del lugar y acústicas son tan extraordinarias como éstas.

Qué sensación tan buena terminar de trabajar un viernes, hacer la compra en Mercadona, solo, tranquilo, sin prisas, sin bullicio, salir del supermercado y encontrarme con esta estampa de luz, frio y verdor, y como siempre la gran montaña repleta de nieve.

Acceder al centro de la ciudad, y pasar por el puente del Genil en una tarde soleada y fría como la de hoy, invita a contemplar. Pero rapidito que el termómetro marcaba los cero grados centígrados y hasta el río tenía placas de hielo. Foto y a seguir andando para entrar en calor.

A veces la felicidad es algo tan común como disponer de una buena mesa, un buen plato de arroz, una copa de vino y por supuesto, una encantadora compañia. Domingo feliz que como dijo Silvio Rodriguez «quiero que me perdonen por este día los muertos de mi felicidad».

Hoy lunes comienzo la semana invitando a mis compañeras/os de trabajo a esta tarta sacher que preparé anoche. Al menos así, el lunes se hace menos pesado y un poco más dulce (¡Y tanto!¡Calorías tiene para dar y regalar!)

La foto de hoy es un tributo al orden, la simetría y el control de mi compañera de trabajo «Cristipedia» (apelativo que identifica el saber actual, tan completo como la Wikipedia, pero en humano, ¡y rubia!). Este es el modo de organizar los iconos en el escritorio de Windows, aprovechando el fondo institucional nuevo de que disponemos. ¡!Aprendan!!

Toda esta semana está siendo un maratón intenso de música, de la mejor música, de la inigualable música, del olimpo de los dioses de la música, de la MÚSICA en mayúsculas, ¿se nota que me gustan estos compositores? Pues eso, tras el día de trabajo y el cansancio, enfrentarse con ellos es agotador, pero revitalizante.

Llevamos ya días con unos fríos tremendos, aunque no llueve, que es lo que más falta hace. Al llegar al trabajo hoy, el termómetro marcaba 3 grados bajo cero, y la prueba evidente es la escarcha en las plantas.