«Hay una moral social, una moral cristiana y cien morales más; se podría hasta hablar de una moral de banquero, una moral de prostituta… Pero por encima de todo hay una moral esencial que consiste en no hacer daño a nadie.»
«Los individuos… no tratan de promover el interés público ni saben cuánto lo están promoviendo. Solo buscan su propia seguridad, su propia ganancia, para la cual se ven llevados por una mano invisible a promover un fin que no estaba en sus intenciones. Buscando su interés personal suelen promover el de la sociedad más eficazmente que cuando pretenden promoverlo realmente.»