«El inmovilismo, la parálisis. A la clase media de este país les han recortado los salarios, les han quitado la seguridad, a veces tienen contratos de tres horas o de tres días, les han recortado la sanidad, y la educación de sus hijos, y nadie sale a la calle. ¿Por qué? No lo entiendo. No protestan los pobres, pero tampoco los ricos. Todo el mundo aguanta. Tenemos una corrupción tan brutal, que miramos el telediario un poco como en el circo romano, diciendo: «Vamos a ver quién cae hoy». Y yo pienso que toda esta pasividad solo puede ser porque esa sumisión de la dictadura se nos ha metido hasta en el ADN. Esa cosa de -tú no te metas, tú no digas nada-.»